"Gente que para" con 72 Kilos

Dicen que, de todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo. En España, el 70% de los líderes empresariales coinciden: la falta de autoconocimiento es uno de los mayores obstáculos para el éxito profesional. De la mano del ilustrador "72Kilos", paramos para re-descubrir la importancia del autoconocimiento y 4 maneras de impulsarlo en el trabajo.

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4 claves para aumentar el autoconocimiento en el trabajo

Los 3 niveles del autoconocimiento

Si te pregunto “¿Quién eres?”, ¿qué me dirías? Probablemente, hablarías de los amigos, la familia, el trabajo o el amor. Con el tiempo, sumamos a la lista conceptos como ser “amable”, “generoso”, “aventurero”, … Pero, sabiendo que vivimos en un constante piloto automático (porque, sí, menos del 1% de nuestras acciones son conscientes), ¿realmente sabes quién eres?

Para Daniel Goldman, “autoconocimiento” es el reconocimiento de las emociones de uno mismo en todo momento. Para Amy McManus, la habilidad de tomar conciencia sobre tus palabras y acciones desde una perspectiva externa. Y para Katie Krimer, se trata de meta-cognición (reconocernos cómo nos vemos y cómo nos ven). Si lo dividimos por niveles, según Mark Manson, el autoconocimiento se vería tal que así:

Nivel 1: ¿Qué haces?

Ante el sufrimiento, ¿qué haces? Por norma general, tendemos a una afrontación basada en la evitación. Transportamos nuestra mente a otro lugar, a otro tiempo en el que ese dolor no existe. No hay nada de malo en las distracciones. Pero, es importante elegir nuestras distracciones, y que nuestras distracciones no nos elijan a nosotros. Esa cerveza después de un duro día de trabajo, ese “ratito” en Instagram, … ¿es una distracción consciente o inconsciente?

Nivel 2: ¿Qué sientes?

Una vez dejamos las distracciones a un lado, nos encontramos de frente con las emociones que no queríamos lidiar. Y eso es incómodo, abrumador. Es en esta segunda capa del autoconocimiento donde realmente empiezas a responder a la pregunta “¿quién soy”. Conectar con tus emociones y “dejarlas ser” es algo que requiere de mucho esfuerzo.

Nivel 3: Tus puntos ciegos

Cuanto más sabes de tus emociones, más le darás la razón a Platón: “solo sé que no sé nada”. Gran parte de nuestros pensamientos, argumentos y acciones son un acto reflejo de lo que sentimos. Recuerda: menos de un 1% de nuestras acciones son conscientes. Observa tus patrones de conducta, tus desencadenantes emocionales, los problemas que te creas, … Toma conciencia sobre tus puntos ciegos.

Beneficios del autoconocimiento en tu organización

Liderazgo

los líderes con alto autoconocimiento generan un 70% más de ingresos para su empresa (Universidad de Columbia)

Satisfacción laboral

el autoconocimiento está relacionado con niveles más altos de satisfacción laboral. (Jenaabadi)

Adaptabilidad

el autoconocimiento está relacionado con una mayor adaptabilidad al cambio (McKinsey)

Ambiente laboral

el 80% de los empleados cree que el autoconocimiento mejora las relaciones interpersonales en el trabajo (Forbes)

Bienestar laboral

el autoconocimiento tiene una relación directa con niveles más bajos de estrés laboral (Harvard)

Talento

el 52% de los empleados renuncian por falta de oportunidades de desarrollo personal y autoconocimiento. (Gallup)

La brecha del autoconocimiento

Si en la vida hay tres cosas (salud, dinero y amor), en el éxito profesional de cualquier persona, también: motivación, habilidad y oportunidades (o talento, trabajo duro y suerte, según por dónde lo mires). Pero, en los últimos años, se incluye una nueva variable a la ecuación: el autoconocimiento.

Aquí, tenemos un problema: según presentó el Dr. Tasha Eurich en su TEDTalk, a pesar de que el 95% de la población cree conocerse, solo el 10-15% realmente lo hace. Y esto no son buenas noticias ni para las personas ni para las empresas en las que trabajamos. Cuanto menor sea nuestro nivel de autoconocimiento, mayor será el impacto en los resultados de nuestra vida personal y profesional. Entonces, ¿cómo cerramos esta brecha?

4 ejemplos de cómo impulsar el autoconocimiento en el trabajo

1. Asume tus errores

En una cultura en la que cometer errores no es una opción, aceptarlos puede parecer todo un reto. Es importante distinguir entre fracaso y error. En lugar de jugar el juego de la culpa, asume la responsabilidad y encuentra la manera de aprender de tus errores. Esto transmite una señal de madurez a tus compañeros y alimenta tu mentalidad de crecimiento.

2. Identifica tus puntos fuertes y débiles

Las personas con autoconocimiento saben reconocer sus fortalezas y debilidades y utilizar ese conocimiento a su favor. Recurre a assessments de personalidad como el test Myers-Briggs, el índice Kolbe B o el Big Five para entenderte mejor y favorecer tu desarrollo personal y la colaboración con todo tu equipo.

Assessments GoodHabitz

3. Entiende tus desencadenantes emocionales

¿Qué te emociona? ¿Qué te molesta? ¿Qué te enfada? Ser consciente de un@ mism@ nos ayuda a identificar el porqué de nuestras emociones. Puede que los lunes por la mañana te pongan triste, llamar a un cliente por teléfono te de ansiedad, o que te metan una nueva reunión a tu agenda te frustre. Tu respuesta depende de las circunstancias y tu estado mental del momento. Reconocer estos desencadenantes puede llevar tiempo, pero tener efectos positivos en tus relaciones laborales y personales.

4. Pregunta "qué" y no "por qué"

A la hora de conocernos mejor, tendemos a reflexionar a partir de las preguntas equivocadas. En nuestro intento de resolver conflictos internos, nos preguntamos “¿Por qué?”, a pesar de carecer de acceso directo a nuestro subconsciente. Preguntarte “¿Por qué no me llevo bien con mi equipo?” solo te llevará a un sinfín de pensamientos negativos. Sustituye el “por qué” por “qué”. ¿Qué dinámicas interpersonales hay en el equipo? ¿Qué me molesta? ¿Qué puedo hacer para mejorar?

El camino hacia el autoconocimiento es todo un viaje. «Vivimos a una velocidad tan vertiginosa que no apreciamos lo que tenemos, no valoramos si estamos caminando en la dirección correcta o si nos gusta lo que ya hemos recorrido. Por eso me gustó la idea de PARAR para evaluar. Utilicé el recurso del PUNTO “.” para que nos pudiéramos subir ahí ver nuestra vida desde afuera», aclara Óscar Alonso (72Kilos).

«Puede que sea un PUNTO Y APARTE o un PUNTO Y SEGUIDO en nuestros trabajos. Pero necesitamos PARAR PARA EVALUAR. De eso estoy seguro».

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